Ocho meses después, el asesinato del presidente de la autoproclamada República de Chameria, Festim Lato, ocurrido en Ámsterdam, en Países Bajos, sigue sin ser esclarecido. Sus seguidores, entre ellos el Primer Ministro de Chameria, Angelo Aliu, consideraron de inmediato que la motivación del asesinato había sido política.
Chameria es una autoproclamada República, ubicada en la frontera entre Albania y Grecia. Atenas considera a Chameria parte de su territorio; pero sus habitantes, de mayoría albanesa, no están de acuerdo en mantenerse bajo el control griego y acuden al elemento histórico para defender su derecho. Sus ancestros fueron expulsados de Grecia hacia Albania, al finalizar la Segunda Guerra Mundial. Una vez que terminó el régimen comunista albanés, los chams decidieron organizarse para presionar a Grecia.
Lato fue el líder que comenzó a abogar con mayor fuerza por el reconocimiento internacional de la República de Chameria, autoproclamada en octubre de 2016. Para ello viajó por varios pequeños estados europeos e incluso acudió al Parlamento Europeo, en búsqueda de apoyo.
Sus intentos de formar una República independiente no fueron bien vistos por Grecia. Las teorías sobre su muerte apuntan al Servicio secreto griego y también a los nacionalistas griegos que nunca permitirían la escisión del territorio de Chameria.
La Organización de las Naciones Unidas no Representadas hace un llamado a las autoridades holandesas para que esclarezcan el asesinato del presidente Festim Lato.