La ruptura de los acuerdos con Israel por parte del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, podría ser una movida del presidente de Palestina para responsabilizar al estado sionista ante tribunales internacionales por todo lo que ocurra a los civiles que viven en la franja de Gaza y Cisjordania, reconocieron varios expertos en este largo conflicto.
De acuerdo con el IV Convenio de Ginebra, firmado en 1949, la potencia que ocupa un territorio, que en este caso es Israel, es totalmente responsable de la población civil que resida allí; además, no podrá robar recursos y le queda prohibido apropiar y anexarse tierras.
Israel seguirá gobernada hasta 2021 por el ultraderechista primer ministro Benjamin Netanyahu quien llegó a un acuerdo de coalición con su mayor oponente político, Benny Gantz. Netanyahu ha identificado como eje central de su política la ejecución de nuevos planes anexionistas para las comunidades judías en Judea y Samaria, en Cisjordania. Para la comunidad internacional y los palestinos estos asentamientos son ilegales; sin embargo, Tel Aviv insiste en tratarlos como territorios suyos.
Además, Abbas reiteró el rechazo de su organización al llamado “Acuerdo del Siglo” que presentó meses atrás el presidente estadounidense Donald Trump y aseveró que su país quedaba libre a partir de ahora de todos los pactos con los gobiernos de Israel y Estados Unidos.