La Organización de las Naciones Unidas no Representadas (UUN) condenó las detenciones e internamientos en una red de campos de reeducación, en China, de miembros de la minoría musulmana Uigur.
Según varios informes confirmados por el prestigioso medio británico BBC, miles de musulmanes de esa minoría han sido recluidos forzosamente, durante décadas, en campos de internamiento ubicados en la región occidental de Sinkiang. Las denuncias a estos hechos forman parte de la Lista de Karakax, un documento secreto, compuesto por 137 páginas, donde aparecen detalles específicos de las causas que provocaron la internación de los uigures. Estas causas van desde visitar un sitio web extranjero, hasta solicitar un pasaporte.
El documento demuestra que el Estado chino ha perseguido y castigado, de manera constante, las creencias y prácticas religiosas tradicionales. La filtración también contradice el supuesto respeto y garantía a la libertad religiosa que Beijing dice aplicar sobre Siankiang.
Los uigures son en su mayoría musulmanes y sus cultura está más cercana a la de los pueblos de Asia Central que a la etnia mayoritaria de China, los Han. En los últimos años, millones de colonos Han se han trasladado hasta Siankiang, lo cual ha provocado un aumento de las tensiones étnicas en la región. Ante estos brotes de violencia, Beijing ha respondido con dureza y ha ampliado la campaña de internamiento en los campos para los uigures y otras minorías musulmanas como los kirguises y kazajos.