Los Haratin, también reconocidos como los “Moros Negros”, son el mayor grupo minoritario en Mauritana. Su nombre, Haratin, deriva de la palabra árabe “libertad”, la cual se aplicaba a los esclavos liberados después de la entrada en vigor, en 1905, de la Ley Abolicionista.
Mauritania ha abolido la esclavitud en tres ocasiones: en 1905 por las autoridades coloniales francesas; en 1961 después de la incorporación de la Declaración Universal de los Derechos Humanos a la Constitución de Mauritania y, en 1981, tras el Decreto de Abolición de la Esclavitud. Además, Mauritania criminalizó la esclavitud en la Ley Anti-Esclavitud de 2007. A pesar de todas estas medidas legales, el problema de la esclavitud continúa afectando a cerca del 20% de los 3,5 millones de habitantes de Mauritania. La mayoría de ese 20% es exclusivamente Haratin.
Debido a la persistente cultura de negación existente entre las elites y las autoridades, cualquier intento de la comunidad internacional por denunciar las condiciones de esclavitud de los Haratin ha sido desoído. Además, las indicaciones tradicionales de esclavitud, como la presencia de grilletes, no son visibles en los Haratin, pues ellos sufren prácticas de esclavitud más “modernas”, como el servicio doméstico.
Incluso en las ocasiones en que los esclavos Haratin han logrado su libertad, a menudo siguen dependiendo económica, cultural y psicológicamente de sus antiguos dueños. Además, tienen acceso limitado a oportunidades económicas o servicios básicos como educación y asistencia médica. Esto acrecienta la creencia ampliamente extendida en Mauritania de que los Haratin son inferiores a su contraparte árabe-berber.
El Islam está reconocido en la Constitución como la “religión del pueblo y del estado”. La mayoría de los mauritanos creen en la interpretación sunni del Islam y apoyan la Escuela Maliki (jurisprudencia islámica), la cual postula la legalidad de la esclavitud.
En la actualidad, la mitad de la población Haratin de Mauritania se considera esclava de facto. Tradicionalmente, los hombres Haratin trabajan en las granjas, mientras las mujeres Haratin se concentran en las labores domésticas. Los activistas que luchan por los derechos de los Haratin con iniciativas pacíficas a menudo son arrestados, golpeados y acosados por las autoridades mauritanas.
La Mutilación genital femenina afecta al 70% de las mujeres en Mauritana, incluyendo a las mujeres Haratin. El gobierno ha adoptado algunas iniciativas para evitar esto y ha obtenido el apoyo de líderes religiosos; sin embargo, el cambio en la mentalidad marcha muy lento.
La Organización de las Naciones Unidas no Representadas (UNN) condena la esclavitud en todas sus manifestaciones y deplora su práctica como una violación de los derechos humanos básicos y fundamentales contenidos en la ley internacional. Estas prácticas aborrecibles les impiden a las personas llevar una vida digna, así como participar en la política y decidir la dirección y destino de su cultura y economía. Los Haratin son discriminados debido a arcaicas tradiciones que persisten en Mauritania, las cuales datan de siglos y no están en concordancia con los valores democráticos internacionales.