El 21 de agosto de 1959, Hawái se convirtió en el estado número 50 de Estados Unidos. Esa decisión continúa siendo debatida por aquellas personas que comparten la idea de que exista una Hawái Libre.
Algunos hablan de conceder al pueblo hawaiano la condición de “Una nación dentro de otra nación”, al igual que ha sucedido con otros pueblos indígenas nativos estadounidenses, como los Navajos o los Apaches, pero los que abogan por un Hawái Libre no están de acuerdo, porque consideran que perderán más de lo que ganarán y nunca podrán ser realmente libres.
Los hawaianos no piden un “auto gobierno limitado dentro del cautiverio”, sino que exigen una restauración total de su estatus como Nación Soberana. Como declara el artículo 73, de los Estatutos de las Naciones Unidas (un documento que Estados Unidos firmó): “se reconoce el principio de que los intereses de los habitantes de los territorios son primordiales”.
En realidad, lo que piden muchos hawaianos es la restauración de una Monarquía Constitucional. Los analistas recuerdan que, en 1893, fue derroca ilegalmente una Monarquía en Hawái, por tanto, la mejor oportunidad para Hawái de recuperar su soberanía sería bajo un sistema similar. Una vez que se hubiera recuperado la tan ansiada soberanía, entonces, a partir de la Constitución, podría formarse cualquier tipo de gobierno que eligiera el pueblo hawaiano.


Diversos acontecimientos en los últimos 20 años han marcado el desarrollo de la lucha por lograr una Hawái Libre. En 1993, el Congreso de Estados Unidos firmó la Ley de Perdón, donde se admitió públicamente el derrocamiento ilegal de la Monarquía de Hawái y el aprisionamiento de la Reina Liliuokalani. Desde esa fecha, hace dos décadas, los sucesivos gobiernos que han ocupado la Casa Blanca han hecho todo lo posible para evitar las consecuencias de esa Ley, que tendría, como resultado inevitable, la restauración de la soberanía de Hawái. El 22 de febrero de 1998, Su Majestad Akahi Nui, descendiente directo de la Reina Liliuokalani, fue coronado como Rey de la Nación Hawaiana. Él emite los Pasaportes Diplomáticos del Reino de Hawái y está reconocido internacionalmente, además, ha firmado tratados con otras naciones.
Una de las preocupaciones de los extranjeros con la soberanía de Hawái está relacionada con las propiedades. Los que luchan por una Hawái Libre han reconocido que si un extranjero deseara ser un ciudadano leal al Reino de Hawái podría seguir viviendo en su misma casa. Además, Su Majestad también está ofreciendo una amnistía para aquellos que hayan recibido o comprado propiedades que la Monarquía considere como “robada”.
Su Majestad, Akahi Nui, ha sido reconocido por las Naciones Unidas y la Corte Mundial. La Familia Real y su staff viajan con un pasaporte diplomático del Reino de Hawái, por lo que reciben visas sin problemas. Su Majestad, Akahi Nui, ha sido invitado para entrevistarse con diferentes personalidades que componen la Realeza europea; aunque los medios de comunicación en Estados Unidos han mantenido un silencio cómplice sobre estas temáticas.
La nación de Hawái ha recibido el reconocimiento internacional como una nación independiente, igualitaria y donde se respetan los derechos internacionales. La nación hawaiana tiene tratados y acuerdos ejecutivos con diferentes países del mundo, como Bélgica, Dinamarca, Francia, Alemania, Gran Bretaña, Bélgica, Bremen, Dinamarca, Países Bajos, Portugal, Rusia, Samoa, España, Suiza, entre otros.