El Kurdistán se refiere a un territorio de 520 mil kilómetros cuadrados, que se extiende por diferentes países del Medio Oriente (Irán, Irak, Turquía y Siria). En Irak, los kurdos viven en el norte, en un área autónoma de 36 mil kilómetros cuadrados, con Erbil como capital.
La población total de los kurdos supera los 30 millones. Solo en Irak viven 4 millones de kurdos, los cuales controlan su propia administración. Además de los kurdos, otros grupos étnicos habitan en el Kurdistán iraquí como los asirios, armenios y los iraquíes turcomanos.
Kurdistán es una zona rica en recursos minerales (uranio, cobre, cromo, hierro y petróleo). En la historia de este pueblo aparecen hechos que han marcado su devenir. Por ejemplo, en 1920, después de la disolución del Imperio Otomano, a los kurdos le prometieron su propio estado; pero esto nunca se materializó. Como resultado, la parte sur de Kurdistán fue incorporada a Irak. En la década de los ochenta del siglo pasado, el ex presidente Saddam Hussein comenzó un prolongado genocidio contra la población kurda. Estas terribles acciones provocaron la muerte de casi 200 mil kurdos. En 1991, después de ser derrotado por las fuerzas aliadas en la Guerra del Golfo, el ejército de Hussein se retiró de casi todas las áreas del Kurdistán Iraquí. Las Naciones Unidas crearon un refugio en el área del Kurdistán, con el objetivo de proteger a la población civil kurda.
Una década después de la intervención armada de Estados Unidos, que acabó con el régimen de Hussein, el Kurdistán Iraquí continúa tratando de consolidarse como una democracia. El territorio ahora es más pacífico y la economía crece a un ritmo superior al 11% anual. Los inversores extranjeros también buscan nuevos proyectos, especialmente en los campos de petróleo, controlados por los kurdos. Exxon, Chevron, Gazprom y Total son algunas de las compañías multinacionales que han firmado contratos con las autoridades. La culminación de un nuevo oleoducto desde Kurdistán hasta Turquía permitiría, dentro de dos años, la exportación de hasta un millón de barriles de petróleo diarios.
Ahora Turquía es uno de los aliados más cercanos de los kurdos y de los que más ha abogado por el establecimiento de comunidades kurdas autogobernadas, desde Siria hasta la frontera Irak-Irán.
Dos de las organizaciones políticas más importantes de la región y que tienen como objetivo común una mayor autonomía del Kurdistán iraquí de Bagdad son el Partido Democrático del Kurdistán (conocido por sus siglas KDP) y la Unión Patriótica de Kurdistán (PUK).