La República Árabe Saharaui Democrática (RASD, por sus siglas en inglés) es una nación sin estado, formada por la antigua provincia del Sahara Español, la cual fue anexada en 1976 por Marruecos y Mauritania. Luego este territorio fue completamente ocupado por Marruecos, en agosto de 1979, al retirarse Mauritania.
En la zona del Sahara Occidental existen riquezas minerales como metales diversos y petróleo que se encuentra en grandes bolsas descubiertas y explotadas en su totalidad por empresas extranjeras en el área ocupada por Marruecos. No obstante, la mayor riqueza está en las abundantes minas de fosfato con las que cuenta el territorio.

La independencia del territorio fue planteada por la ONU a España en 1967, pero la disputa entre Mauritania, Marruecos y España por ese territorio impidió el avance de las conversaciones.
España firmó los Acuerdos de Madrid, en noviembre 1975, por los que se constituyó una Administración Tripartita temporal en el Sahara, formada por Marruecos, Mauritania y España. La finalidad de esta Administración era la celebración de un referéndum de autodeterminación, en el que el pueblo saharaui decidiría sobre su futuro. España se retiró el 26 de febrero de 1976 y al día siguiente se produjo la autoproclamación de la República Árabe Saharaui Democrática.
Marruecos y Mauritania nunca han estado dispuestos a reconocer a esa República. Vino entonces la guerra, entre el Frente Polisario (principal organización que representa a los saharauis) contra esos dos países. En 1979 Mauritania renunció a la parte de territorio que reclamaba, la cual fue anexada por Marruecos. Desde entonces, el Sahara Occidental es un territorio administrado de facto por Marruecos, aunque el Frente Polisario controla el 35% del mismo.
El esperado referendo para la autodeterminación del pueblo saharaui no se ha producido, porque el gobierno marroquí ha utilizado, en muchas ocasiones, la presión política, el arresto de activistas humanitarios y el amedrentamiento contra los saharauis que habitan en los territorios ocupados por las tropas del rey Mohammed VI.
El Frente Polisario continúa exigiendo el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Desde 1982 la RASD formó parte de la Organización de la Unión Africana y, tras disolverse esta organización, la RASD también se convirtió en miembro fundador de la Unión Africana.
El Frente Polisario centra sus esfuerzos en que la comunidad internacional reconozca a RASD como Estado independiente. Además, busca recuperar diplomáticamente los territorios pertenecientes al Sahara Occidental, arrebatados por Marrueco durante el conflicto bélico. Todas estas aspiraciones chocan contra Marruecos, un país poderoso, con muchos intereses comerciales en diversas naciones y que recurre hasta al chantaje para evitar, a toda costa, un mayor reconocimiento a la RASD.