Sicilia es la mayor isla y también la más poblada del Mar Mediterráneo, con poco menos de cinco millones de habitantes, aunque hay cerca de 10 millones de descendientes de sicilianos que residen sobre todo en Estados Unidos, Australia, Venezuela, Argentina y otros países iberoamericanos. 

Actualmente esta es una de las 20 regiones de la República Italiana y desde 1946 se rige por un estatuto especial que le garantiza, por Constitución, una cierta autonomía. En Sicilia se habla el italiano estándar, pero casi toda la población sigue utilizando su propio idioma, el siciliano (sicilianu), una lengua romance que es muy diversa, ya que cuenta con un vocabulario de más de 250 mil palabras. El siciliano es reconocido por la UNESCO como lengua madre.

La isla tiene dos de las ciudades con más habitantes de Italia: Palermo y Catania. Es uno de los destinos turísticos más atractivos de Europa, por sus bellezas naturales y diversos sitios arqueológicos, entre ellos el Valle de los Templos, Morgantina y Selinunte.

La historia de Sicilia es amplísima. Desde la prehistoria ha estado habitada y ha sido ocupada por diferentes culturas. Primero fue colonia de los fenicios, en el siglo IX antes de Cristo; luego llegaron los griegos que fundaron varias ciudades, entre ellas Catania. Más adelante en el tiempo fue una provincia romana; pero tras la caída del Imperio de Roma, entraron los vándalos, hérulos y los ostrogodos. En el año 535 desembarcaron las tropas bizantinas y ocuparon la isla. Durante cuatro siglos, Sicilia formó parte del Imperio Bizantino, hasta que los sarracenos del norte de África conquistaron la isla y fundaron allí el emirato de Sicilia.

Después llegó el turno de los normandos, hasta que en 1266, tras la batalla de Benevento, el reino de Sicilia pasó a ser controlado por los angevinos, liderados por Carlos, conde de Anjou. En los siguientes siglos, Sicilia estuvo bajo el control del reino de Aragón, con Pedro el Grande como figura clave y se mantuvo como virreinato de Aragón hasta 1713. Luego entró en escena la dinastía de los Borbón. En 1860, Giuseppe Garibaldi desembarcó en Sicilia y derrotó a los borbones y, poco después, unió a Sicilia al Reino de Italia. Desde ese momento, la historia de Sicilia ha estado muy relacionada con la de Italia.

Los intentos separatistas de sicilianos comenzaron desde los primeros años del siglo XX. En las siguientes décadas se fundaron diferentes organizaciones que abogaban por una separación de Roma y por la creación de una nación independiente. Entre las primeras organizaciones estuvo Pro-Sicilia; luego se formó el Partito Siciliano que buscaba la integración con Gran Bretaña. Años más tarde, tras el fin de la Primera Guerra Mundial, surgió el Movimiento Autonomista Siciliano. Otras organizaciones independentistas han sido Frunti Nazziunali Sicilianu, Altra Sicilia, Alleanza Siciliana, Patto per la Sicilia, Sicilia Federale y Terra e Liberazione.

Entre los grupos armados que más impactó en la región estuvo el Ejército Voluntario para la Independencia de Sicilia. Después de la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, esta organización saboteó al gobierno italiano a través de tácticas de guerrilla y buscaba una solución separatista para Sicilia. Su disolución se produjo a finales de 1945.

Sicilia fue ocupada por los nazis en la Segunda Guerra Mundial y el territorio resultó punto clave para que los Aliados atacaran a Alemania, tras el desembarco de Sicilia, ocurrido en 1943. Después de que Italia se convirtiera en República, en 1946, la isla recibió la condición de estatuto especial. Los electores pueden elegir a diputados regionales que forman la Asamblea Regional Siciliana y también al Presidente de la Junta Regional. Sin embargo, estas opciones autonómicas no satisfacen a muchos sicilianos que sigue abogando por la independencia.

En la actualidad, una de las organizaciones con más visibilidad es el Movimiento de Liberación Nacional de Sikulo (Muvimentu di Libbirazziuni Nazziunali Sikulo), creado el 20 de julio de 2014. Este movimiento defiende su derecho de utilizar la fuerza y combatir lo que llaman la "Guerra de Liberación" para lograr la independencia. El Movimiento aboga por la autodeterminación del pueblo siciliano y exige formar el Gobierno de la República de Sicilia.