El despliegue de un nuevo regimiento del Ejército de Tierra español en Cataluña podría elevar aún más las tensiones en esa región. Desde octubre de 2019, los catalanes se han pronunciado en contra de la injusta encarcelación de los líderes políticos que organizaron el referendo de octubre de 2017. Los juicios a estas personalidades fueron amañados y detrás de las duras sentencias entre 9 y 13 años emitidas por la Corte Suprema estuvo la abierta intención de Madrid de enviar un mensaje disuasorio a los independentistas.
La Organización de las Naciones Unidas no Representadas condena el reforzamiento de la presencia militar en Cataluña y considera que estas acciones dificultan aún más la posibilidad de encontrar soluciones al justo reclamo independentista de los catalanes, ratificado en las urnas en el referendo de octubre de 2017.
El Barcelona 63 es el segundo regimiento del Ejército de Tierra presente en Cataluña. Esta es una de las medidas del Ministerio de Defensa español, una entidad que ha insistido en su obligación de garantizar la “unidad de España”.
La posición del Ejército de España en contra del proceso independentista de Cataluña ha quedado en evidencia en ocasiones anteriores. En diciembre de 2017, el gobierno español compró el silencio de los países bálticos ante el referendo catalán mediante el envío de batallones a la frontera rusa.
Durante mucho tiempo Letonia había asegurado que apoyaría la independencia de Cataluña. Para revertir esa decisión, el gobierno del Partido Popular, en ese momento liderado por Mariano Rajoy, negoció con Letonia el envío a la frontera rusa de un contingente de combate de 313 militares y 80 vehículos. A cambio, Letonia no se pronunció a favor del referendo de 2017.
El Gobierno nunca notificó al Congreso sobre el envío de esas tropas de guerra a Letonia, sino que lo mantuvo a escondidas. Estas tropas se desplegaron a 200 kilómetros de Rusia y formaron parte de un grupo de la OTAN que buscaba disuadir a Rusia ante un supuesto asalto del Ejército ruso a países bálticos.
Además, España aportó fondos a la coalición militar contra el Daesh, para complacer a Donald Trump. Esto incidió en que Washington se pronunciara a favor de la “unidad de España”.
Las Naciones Unidas no Representas repudian la amenaza militar contra el pueblo catalán que reclama su independencia y condenan el empleo del Ejército como moneda de cambio para el apoyo foráneo a la supuesta “unidad de España”.