Circassia es un término occidental derivado del griego Kerketos y el turco Cherkees. Aunque el término se ha utilizado más para describir a las personas del Cáucaso Norte, en realidad se refiere a los habitantes de la antigua Circassia, el Adyghe.
Después de la creación de la Federación Rusa, tres Repúblicas con poblaciones circassianas (Adygea, Karachaevo-Cherkessia and Kabardino-Balkari), con una población combinada superior a los 2 millones de personas, recibieron el estatus de repúblicas autónomas. Cada una de ellas tiene una constitución propia, un presidente y un parlamento.
Una de las principales controversias actuales en esa región está relacionada con los Juegos Olímpicos de Invierno. Sochi (sede del evento) fue la última capital de la Circassia independiente y los circassianos consideran que los planes de desarrollo para las Olimpiadas le faltan el respeto a la vida de los circassianos que todavía viven allí. Los políticos rusos han ignorado el hecho de que los Juegos, en 2014, ocurrirán en el 150 aniversario de la expulsión y genocidio de los circassianos.


Los circassianos en el Cáucaso Norte y en el exilio buscan restaurar a una sola República Circassiana, y eliminar con ello las divisiones étnicas y territoriales. Esto requerirá un dramático reordenamiento en el Cáucaso Norte, pero los circassianos consideran que esto es un asunto de justicia, aunque Moscú lo ve como un peligro a la estabilidad.
Aunque la mayoría de los circassianos insisten en que ven su futuro dentro de la Federación Rusa, su entusiasmo por la independencia de Abjasia sugiere que tienen planes diferentes. Como resultado, incluso si el gobierno ruso estuviera dispuesto a realizar concesiones a varios de los puntos exigidos por los circassianos, Moscú no parece que ceda en la conformación de una sola República, por lo que es previsible que se incremente el nacionalismo en la región y las futuras generaciones de circassianos chocarán contra el autoritarismo del estado ruso.
La economía de los circassianos está muy vinculada con la de Rusia. Allí se han lanzado algunas iniciativas para establecer nuevas sociedades y joint ventures; pero la inestabilidad del Cáucaso, con la guerra en Chechenia y el problema de los refugiados han desalentado a potenciales inversores.